Panamá tiene una larga y rica historia. Hay personas en Panamá desde hace más de doce mil años y las culturas indígenas destacaban en la alfarería y eran bien conocidas por sus cementerios singulares.
La historia geopolítica de Panamá ha sido siempre fuertemente influenciada por su ubicación estratégica. A principios del siglo XVI, Rodrigo de Bastidas fue el primer europeo en reclamar parte de la costa del Caribe de Panamá y cuando Colón llegó un poco más tarde, exploró los territorios en la parte occidental de Panamá y dibujó mapas de la zona a mano. Más tarde, Vasco Núñez de Balboa también llega a Panamá y confirma que hay otra costa en Panamá – a la cual llamaría el Mar del Sur, que más tarde llegó a ser conocido como el Océano Pacífico. El descubrimiento de la costa pacífica de Panamá significó que el país podría ser utilizado como un centro para el comercio de mercancías de contrabando españoles incluyendo los tesoros extraídos de Perú y otros países de Sudamérica. Por desgracia, muchas de las tribus indígenas de la región fueron destruidas como consecuencia de la expansión del comercio a través de la región. Panamá fue parte de España durante trescientos años, pero a mediados del siglo 18, el estado de Panamá como bastión económico había disminuido. A los comerciantes y exploradores les pareció mucho más fácil tomar otras rutas hacia los océanos en lugar de pasar por el interior del país y una presencia fuerte de piratas en la zona hacía que los viajes y el comercio fuesen peligrosos. En 1821, Panamá se convirtió en parte de Colombia.
Tal vez el acontecimiento histórico más importante en la historia de este país fue la construcción del Canal de Panamá. La construcción del canal se inició a finales de la década de 1800 por los franceses, pero se detuvo debido a las condiciones increíblemente duras. El ambiente de la selva peligrosa del centro de Panamá se cobró la vida de más de veinte mil trabajadores en cinco años, principalmente por la fiebre amarilla y la malaria.
Durante este tiempo, uno de los inversionistas en el proyecto hizo un llamamiento de ayuda a los Estados Unidos y en el año 1903 Panamá se declaró como un país independiente y separado de Colombia. Los Estados Unidos acordaron ayudar a la construcción del canal, siempre y cuando se les dieran derechos a ambos lados del canal.
El presidente Theodore Roosevelt puso en marcha la “Doctrina de Panamá”, que, en parte, eliminó a los mosquitos que infectaban de fiebre amarilla y malaria, por lo que la construcción del Canal fue mucho más segura. El canal fue terminado en 1914 e inmediatamente se convirtió en una de las rutas marítimas más importantes del mundo. Antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Colombia revocó todas las reclamaciones en Panamá y los Estados Unidos renunciaron a los derechos legales de tener tropas fuera de la Zona del Canal. Durante la guerra, el canal tuvo una importancia estratégica para los Estados Unidos y fue fuertemente protegido.
De 1903 a 1968, Panamá fue controlada por una oligarquía comercial poderosa, pero al mismo tiempo el ejército estaba ganando poder e influencia. En 1968, el comandante de la Guardia Nacional de Panamá, Omar Torrijos Herrera, tomó el control del gobierno. Aunque él gobernó como un dictador, Torrijos Herrera es venerado como un héroe en la historia de Panamá, porque él negoció el tratado con los Estados Unidos, que le devolvió el Canal y la Zona del Canal a Panamá el 1 de enero de 2000. En 1983, Torrijos murió en un accidente de avión y después de su muerte, el general Manuel Noriega se convirtió en jefe de las Fuerzas de Defensa de Panamá. Cuando el partido de Noriega perdió las elecciones de 1989, los compinches de Noriega atacaron físicamente al candidato ganador en televisión nacional y Noriega tomó el control del país, permaneciendo en el poder principalmente a través de los ingresos proporcionada por el narcotráfico.
En diciembre de 1989, Noriega se autonombró dictador y declaró formalmente la guerra a Estados Unidos. Al día siguiente, un soldado americano fue asesinado por soldados panameños y el país más poderoso del mundo envió 26,000 soldados a las calles de la ciudad de Panamá y Colón. Miles de personas murieron en los enfrentamientos y el conflicto terminó con Noriega asilado en la embajada del Vaticano. El personal del Vaticano entregó eventualmente a Noriega los Estados Unidos, en parte para detener el asalto de la música rock a todo volumen de altavoces americanos dirigido a la embajada de día y de noche. Finalmente, Noriega fue detenido, juzgado y condenado a 40 años de prisión. Después de la detención de Noriega, se celebraron elecciones y Guillermo Endara asumió el poder en 1989. Su presidencia estuvo plagada por la corrupción y el malestar social y continuaron siendo temas en 1994, cuando Ernesto Pérez Balladares (El Toro) ganó las elecciones de 1994.
Con el lema de campaña: “El Canal es nuestro”, ganó Mireya Moscoso, viuda de un popular ex presidente y jefe del conservador Partido Arnulfista, la presidencia en 1999 y celebró con sus 3,3 millones de ciudadanos en el año 2000 que el Canal finalmente perteneciese a Panamá. Su presidencia estuvo marcada por el énfasis en el comercio multilateral libre, estrechando lazos con los Estados Unidos y estrictas medidas de lucha contra los estupefacientes. En 2004 Martín Torrijos ganó las elecciones y desde el 3 de mayo de 2009, Ricardo Martinelli, el dueño de la cadena de supermercados Super 99 (que es el más grande del país), ha sido el presidente de la República Democrática de Panamá y a partir de julio 2014 lo reemplazará Juan Carlos Varela.
La ubicación privilegiada de Panamá y sus políticas favorables a los negocios han convertido a este país en una opción muy popular para las empresas multinacionales y muchos han elegido a la Ciudad de Panamá como su sede en América. La ciudad de Panamá tiene todas las ventajas de una ciudad del primer mundo y Panamá recibió recientemente la mayor proyección para el crecimiento económico que cualquier otro país de América Latina por el FMI. Panamá tendrá siempre su larga y rica historia y todas las señales apuntan a un futuro increíblemente brillante.